Consejos para el OTOÑO

Así como hablé sobre la llegada del verano, un nuevo cambio de estación está por venir y es en el mes de septiembre que empezamos a sentir los cambios del otoño.
Nueva estación y como es natural, nuestras mascotas empiezan a adaptarse a las variaciones ambientales.


Primero recordar que inicia nuevamente la MUDA DEL PELAJE en nuestra mascota; en aspectos generales deja atrás el pelo fino que le permite soportar el calor del verano y cambia a una capa de pelaje mas densa, preparándose para la llegada del frío, aunque con variaciones según la especie y raza.

Para ayudar a este proceso es recomendable cepillar a la mascota al menos dos veces por semana o incluso a diario, esto favorece la perdida del pelaje antiguo y acelera el crecimiento de la nueva capa. Si se presentan nudos, el pelaje nuevo crecerá con dificultad, además la piel no se aireará correctamente provocando molestia, picor y caspa, sumado a la humedad de la temporada, esta situación podría derivar en problemas de piel importantes. Además de vigilar la dieta, como mencionaremos posteriormente, usar suplementos nutricionales a base de ácidos grasos que ayuden a mantener un manto sano y fuerte puede ser una buena opción, sin embargo es importante que consultes a un veterinario si tu mascota lo necesita, y de ser así, que producto es el más adecuado.

Frente la disminución de las horas de luz, nuestra mascota podría disminuir su actividad, es cuando tenemos que revisar su CONSUMO de alimento y agua. Debemos considerar el tipo y frecuencia de la dieta y los premios que le ofrecemos, ya que al disminuir su metabolismo por una actividad física menor, hay animales que podrían tener alguna condición especifica que favorezca la ganancia de peso, por tanto, vigilar su estado corporal y peso en kilogramos mensualmente debería ser una practica rutinaria. Dependiendo de la gama del alimento que le ofrezcas, podrías considerar ofrecer algún suplemento como se mencionó anteriormente.

Las temperaturas empiezan a bajar, a veces bruscamente, y al igual que a nosotros, el frío puede debilitar las DEFENSAS de nuestras mascotas, quedando estas a merced de posibles infecciones virales, parasitarias y/o bacterianas, según sea la edad de nuestro perro o gato. Los problemas digestivos, respiratorios y de piel, son algunos de los sistemas que se ven más afectados, por esto hemos de estar atentos en el estado de animo de nuestra mascota, la regularidad y apariencia de la deposiciones, si estornuda, tose y la forma en que respira, además del estado general de su pelaje, piel, si se rasca, muerde o lame más de lo normal, Frente cualquier estado diferente a lo normal, contacta al veterinario.   

Debemos mencionar la importancia de mantener la frecuencia adecuada correspondiente al desparasitante externo que usemos en nuestra mascota. A pesar de que la temporada más importante de pulgas y garrapatas es en verano, en otoño sigue existiendo el riesgo de infestación de este tipo de parásitos, aunque el calor disminuye, la humedad aumenta y ambos son factores clave para el desarrollo de estos. Lo mismo con el vector de la Leihsmania, el mosquito, que si sumamos a esto una disminución de las defensas del animal, las probabilidad de que la infección progrese y se instaure la enfermedad, son mayores durante este periodo. Las mascotas adultas y geriátricas con algún problema articular podrían sufrir picos de dolor y molestias al bajar la temperatura ambiental, por ello el manejo de este tipo de animales debe hacerse bajo las recomendaciones de un veterinario. 

Sé la persona que tu mascota necesita, si tienes alguna duda con el tema, no dudes en dejar tu comentario o contactarme a través de mis redes sociales. Estar atentos a estos eventos en tu mascota en otoño, te prepararán para el frío invierno.  


Fuente propia.
     



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