SOBRE EL USO DE ANTIBIÓTICOS. La Resistencia a los Antimicrobianos

Existe una problemática a nivel global de la que llevamos décadas escuchando, incluso muchos hemos hecho mención a ella sin entender exactamente como ocurre, de que se trata y como podemos evitarla, la resistencia a los antimicrobianos. Comprendamos que ésta no afecta solo a las personas, también a los animales y el medio ambiente. 

  
Empecemos por saber que la resistencia antimicrobiana es conocida como el fenómeno por el cual algunos organismos, como virus, bacterias, hongos, parásitos y otros, dejan de ser afectados por la acción de antimicrobianos a los que antes eran sensibles. La resistencia surge por la mutación del microorganismo o por la adquisición del gen de resistencia que da origen a mecanismos capaces de neutralizar el efecto de estos medicamentos. Actualmente, las bacterias son las protagonistas de este capitulo, presentando mecanismos de resistencia a los antibióticos, algunas de forma especifica a uno u otro antibiótico y otras con resistencia a casi a todos los que existen.  

Pueden desarrollar o adquirir resistencia tanto las bacterias que producen enfermedad (patógenas), como aquellas que habitan de forma natural y en armonía (en simbiosis, la flora o microbiota bacteriana) en nuestro organismo, en el de los animales y en el ecosistema, participando en el mantenimiento del equilibrio de lo que conocemos como "vida".

Con lo anterior podemos responder a una pregunta común entre la población, incluso muchas veces es usada como una expresión afirmativa.  

¿me puedo hacer resistente a un antibiótico? 

La respuesta es NO, no somos nosotros, sino las bacterias que habitan en nuestro interior las que consiguen mutar frente a la presión antibiótica a la que pueden verse sometidas tras el uso inadecuado e indiscriminado de estos medicamentos, situación que ocurre de la misma forma en la flora bacteriana de animales. Los animales destinados a nuestro consumo pueden ser tratados injustificadamente con antibióticos, dotando a su flora intestinal de genes de resistencia, aumentando el riesgo de que los productos que derivan de ellos presenten bacterias resistentes. Los animales de compañía, en muchos casos son sometidos a tratamientos de este tipo desde muy temprana edad o ha lo largo de su vida, en ocasiones por mala-praxis medica, o bien, a mano de sus propietarios, que medican a sus mascotas sin ningún tipo de recomendación ni vigilancia profesional, lo que produce mutación de genes de resistencia en las bacterias de su organismo.

Otra forma en la que nuestras bacterias puedan adquirir resistencia es que adquiramos nuevas bacterias con características multirresistentes mediante la interacción con una fuente portadora de estos tipos de microorganismos; otra persona, animales, alimentos de origen animal o vegetal contaminados, el agua, o cualquier otro elemento de nuestro entorno. Una vez en nuestro organismo, estas bacterias pueden transmitir su información genética de resistencia a nuestras microbiota bacteriana. Así mismo nosotros podríamos ser una fuente de transmisión de estos microorganismos para otras personas, nuestras propias mascotas y otros animales, y al medio ambiente.

De una forma u otra, la consecuencia de que existan cepas bacterianas multirresistetes en un individuo, es que si consigue ingresar una bacteria patógena al organismo de este ser humano o animal, sea o no resistente, recibirá la información genética de las bacterias propias de éste, haciéndose así más resistente a los tratamientos antibióticos que pueda recibir, los cuales a la hora de tratar la enfermedad no tendrán el efecto adecuado sobre el patógeno, poniendo en grave riesgo la vida del enfermo.

Este problema posee un ciclo de desarrollo y propagación complejo que no distingue entre especie, raza, edad, sexo y que no entiende de fronteras, por tanto, es una situación que nos compete a todos, profesionales de todas las ramas de desempeño y ciudadanos en general.
Se estima que este fenómeno es el responsable de 700.000 muertes al año a nivel mundial y se calcula que si no se toman medidas, para el 2050 producirá más muertes que el cáncer. Por ello se han establecido recomendaciones y medidas que se pueden practicar en los diferentes niveles de la sociedad, con el fin de minimizar la propagación e impacto de las resistencias.

Existe una campaña mundial llevada a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), demás organizaciones internacionales y los gobiernos de países en todos los continentes del mundo que orientan a una idea básica, una iniciativa llamada "One Health", una sola salud pata todos y para todo, que pretende incluir al eje humano-animal-ecosistema como columna vertebral.

La clave ante este problema es la prevención de enfermedades, no solo crear herramientas y alternativas a los antibióticos para eliminar al agente responsable, las bacterias, ya que estas existen mucho antes que nosotros en este planeta, y se han adaptado a cada momento de la historia, y seguramente, persistirán aquí si nuestra especie se extingue. La idea tampoco debe ser negarse a usar los antimicrobianos, sino usarlos de forma consciente y adecuada, ya que si la enfermedad esta presente y la solución radica en administrar este tipo de medicamento, debe hacerse, pero solo bajo orden de un facultativo. 

Evitando la enfermedad evitaremos el tratamiento y sus consecuencias, por esto son tan importantes los métodos de higiene estándares como lavarse las manos, la manipulación y tratamiento correcto de los alimentos, los protocolos de prevención a través de vacunas y desparásitantes tanto en seres humanos como animales. Todo comienza desde lo más pequeño y simple, para llegar a influir sobre lo más grande y complejo.

Dejaré los siguientes enlaces si desean profundizar más en el tema:


En los anteriores conseguirás información sobre los planes y métodos establecidos para hacer que nuestra vida cotidiana forme parte de esta campaña de prevención de enfermedades y por tanto, del control del desarrollo y diseminación de la resistencia a los antibióticos, en donde tu mascota y tú, juegan un papel tan importante como el equipo de científicos especializados abocados a mejorar, descubrir y desarrollar la cura y vacunas para las enfermedades que hoy nos aquejan.  

Es cuestión de humanidad trabajar por un mundo mejor, es tarea de todos, empieza por compartir esta publicación y dejar tus comentarios.     
   
Referencias
1. OMS. Resistencia a los antimicrobianos [Internet]. WHO. [citado 31 de mayo de 2018]. Disponible en: http://www.who.int/topics/antimicrobial_resistance/es/2. Public Health. European Commission [Internet]. Public Health. [citado 31 de mayo de 2018]. Disponible en: https://ec.europa.eu/health/amr/sites/amr/files/amr_action_plan_2017_en.pdf3. Morejón García M. Betalactamasas de espectro extendido. Rev Cuba Med. 2013 [citado 14 de diciembre de 2017];52(4):272–280. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/med/v52n4/med06413.pdf4. Linde P. La ‘epidemia’ que matará a más gente que el cáncer (si no lo remediamos). El País [Internet]. 25 de septiembre de 2017 [citado 16 de mayo de 2018]; Disponible en: https://elpais.com/elpais/2017/09/21/planeta_futuro/1506004048_715947.html


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