El nuevo miembro de la familia

La emoción es indescriptible cuando se va de camino a casa con el nuevo integrante de la familia, lleves como la lleves, la mascota, no importa dónde o como la transportes, presentará un grado de estrés que irá en aumento desde el momento que la cogen para dártela en el lugar que la adquiriste, hasta que llega a casa y empieza a adaptarse a su entorno. 

Los animales silvestres y mascotas poco convencionales tienden a tener necesidades muy específicas según su especie, por ello se adaptarán a medida que logremos cubrir todas y cada una de estas bajo la orientación de un experto. Por otro lado los perros y gatos han de manejarse de forma similar en un aspecto generalizado, sin embargo son dos especies muy distintas, por ello debemos conocer bien dichas diferencias para ayudar a su proceso de adaptación.

Generalmente tanto perros como gatos deben tener un espacio para comer y tonar agua, dormir y para que pueda hacer sus necesidades básicas sanitarias, es decir, ir al baño.

También debes estar atento con su plan sanitario, en el momento ideal, tenga o no cartilla, debe hacerse revisar por un veterinario y llevar un adecuado control de inmunización, desparasitación y revisiones periódicas según sea el caso.

La comida ha de ser pienso específico para la especie (perrarina o gatarina), preferiblemente la misma que comía en el lugar donde estaba. Siempre que desees hacer un cambio de alimento se debe esperar a que la mascota se adapte a su entorno y luego de forma gradual ofrecer el alimento nuevo, retirando el antiguo poco a poco, mezclando con el nuevo en proporciones que variaran a lo largo de 10 a 15 días hasta que la mascota coma solo el pienso elegido. Esto es para evitar problemas gastrointestinales a causa del cambio brusco de la dieta, causa común de prematuras visitas al veterinario. La cantidad y frecuencia de alimento diario a consumir variará de acuerdo a la especie, raza (perros), condición fisiológica (si está o no castrada por ejemplo) y edad de la mascota.

Hasta los tres meses, se puede ofrecer a un cachorro canino su ración diaria a disposición total (la ración diaria recomendada tiende a darla el producto que elegimos, variará según la marca y cambiará según las características de nuestra mascota). Luego de los las 12 semanas de edad se deberá suministrar la porción recomendada actualizada para su estado de desarrollo, pero dividida en 3 raciones al día. Ya cuando es adulto podría dividirse en dos actos al día; "no estoy de acuerdo en ofrecerle una poción diaria por ser adulto". 

Por otro lado comparto la idea que a los gatos se le coloque su porción diaria a disponibilidad total y cambiarle el alimento cada día, además de ofrecerle alimento húmedo tres veces por semana como mínimo. Dato importante; favor evitar la leche.

El agua debe estar siempre presente, es decir disponible, limpia y fresca, cambiar por lo menos 1 vez al día.

En casa determina un lugar para tu mascota, un sitio donde se vea a gusto, puedes acondicionarla para estimular su interés por este, aunque a veces son ellos los que escogen el lugar donde pasen su mayor tiempo de descanso.

Los gatos, sean estrictamente de interior o bien interactúen con el exterior de casa, deben tener una caja de arena, la cual empiezan a usar de inmediato y de forma instintiva. Los perros son algo más complicados en este sentido, ya que al inicio siempre debemos preparar un lugar de la casa para este fin, hasta que podemos empezar a sacarlos de paseo y enseñarles que en casa "NO" y en la calle "SI". Este entrenamiento lleva un tiempo, además de dedicación y paciencia. En ambos casos este lugar siempre debe ser diferente y retirado del alimento, agua y zona de descanso.

Lo que debemos entender al momento de adquirir una mascota es evitar en lo posible, que todo sean cambios a la vez, por ello lo primero es dar un tiempo de adaptación en el nuevo hogar; yo recomiendo darle completo acceso a todas las áreas de la casa para que así las conozca y luego poder establecer sus límites si así lo queremos, esto siempre que esté en compañía, ya que mientras no conozca bien todos los espacios de casa es mejor dejarlo en una zona especifica si llega a quedarse solo en algún momento. Durante este tiempo de adaptación y desde el primer día, es importante evaluar su comportamiento y salud, sobre todo si come y toma agua, como orina y como defeca, aspectos de los cuales debemos hacer seguimiento día tras día.

En algunos casos, existen animales que durante los dos primeros días en casa, podrían presentar trastornos digestivos por estrés, los cuales siempre mejoran espontáneamente en 24 a 48 horas. Lo que nunca debe pasar es que después de estar unos días bien, se presenten signos de malestar y cambios de forma repentina con relación a lo que era normal,  caso en el que saltarían las alarmas, y aún más si la situación empeora tras las horas. Esta observación es importante ya que debemos recordar que el estrés inmunosuprime a nuestra mascota, es decir, baja las defensas, y si hay alguna enfermedad incubándose se expresará durante este tiempo de adaptación.

Una vez conozca su espacio y se familiarice con los miembros de la casa, entonces podemos pensar en hacer la primera visita al veterinario, no nos conformemos con la cartilla que nos entreguen junto a la mascota, busquemos y hagamos que un veterinario de confianza revise físicamente a nuestra mascota y que confirme si necesita alguna vacuna o desparasitación.

El veterinario establecerá un plan de visitas y controles que siempre es recomendable seguir, además de ser la persona más indicada para aclarar las dudas que surjan sobre nuestra mascota luego de los días de observación y adaptación de nuestro perro o gato. Preguntas que van desde el pienso ideal, hasta el momento en el que se deberían iniciar los baños, los paseos, cuando identificar con microchip a nuestra mascota y demás cosas que se presentarán en cada una de sus etapas de desarrollo y crecimiento.

Ya lo demás es simplemente ser responsable con las indicaciones que el veterinario nos brinde, tener una mascota no es solo ponerle agua y comida, es darle atención, mantenerla aseada, peinarla, dedicarle tiempo de ocio cada días, vigilar su salud y mantener los controles preventivos en fecha, es una responsabilidad que adquieres pero que te remunera en amor, afecto y lealtad incondicional, compañía como ninguna otra.


                                                                                                                                                                                                  Fuente propia.





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