Simplemente la solución a la llegada de camadas no deseadas y el control de enfermedades dependientes de hormonas y/o que afectan al sistema reproductivo, las cuales son muy comunes en perros y gatos.
Debo decir antes, que desde el punto de vista de la MVTC lo indicado siempre es identificar la constitución de cada animal en particular, y en base al "todo" que engloba a la mascota, la castración o esterilización, podría estar o no recomendada. Sin embargo un alto porcentaje de los animales de compañía son candidatos para este procedimiento sin que esto lleve a consecuencias negativas, por ello desarrollo este tema desde la visión de la medicina occidental.
Muchas personas ignoran la importancia de la esterilización o castración de una mascota; empecemos por saber que se define como el procedimiento químico o quirúrgico mediante el cual conseguimos que los animales, hembra y macho, pierdan la capacidad de procrear, aunque exista una diferencia conceptual entre esterilización y castración, el objetivo final generalmente es el mismo.
Aunque menciono el método químico, solo lo uso en casos donde no tenemos mas opción, ya que se trata del manejo de implantes hormonales, sobre todo en machos, y no estoy ganado a este tipo de productos. Tampoco apoyo el uso de anticonceptivos inyectables, especialmente en hembras, empleados en el control de la ovulación y por ende de la preñez, ya que me preocupa más la salud de la mascota a causa los efectos adversos de estos productos tras su uso. Cabe acotar que el uso de hormonas es necesario en algunos casos terapéuticos, los cuales pueden favorecer la recuperación de la mascota, como por ejemplo en casos de prolapso vaginal o uterino.
Aunque menciono el método químico, solo lo uso en casos donde no tenemos mas opción, ya que se trata del manejo de implantes hormonales, sobre todo en machos, y no estoy ganado a este tipo de productos. Tampoco apoyo el uso de anticonceptivos inyectables, especialmente en hembras, empleados en el control de la ovulación y por ende de la preñez, ya que me preocupa más la salud de la mascota a causa los efectos adversos de estos productos tras su uso. Cabe acotar que el uso de hormonas es necesario en algunos casos terapéuticos, los cuales pueden favorecer la recuperación de la mascota, como por ejemplo en casos de prolapso vaginal o uterino.
Las hembras no necesitan parir, si lo hacen es por descuido o gusto nuestro, es decir, porque así lo hemos decidido, pero debemos entender que la preñez no les aporta ni deja nada positivo a las hembras. Lo mismo sucede con los machos, aquellos animales con mucho brío, que son ansiosos he hiperactivos, no vamos a conseguir calmar su alocado temperamento después de haber conseguido montar o servir a una hembra, tampoco es una necesidad vital para su supervivencia. Existen animales destinados para este fin y manejados por profesionales.
Hablemos de hembras
Aunque existen varios, el procedimiento quirúrgico que se realiza por excelencia es denominado Ovariohisterectomia (OVH, OHT), de la cual resulta la extirpación de los ovarios y el útero de la mascota, evitando así la producción de hormonas sexuales que comandan el ciclo estral (celo), la ovulación y por lo tanto, la capacidad de gestar.
Hoy en día se manejan varios criterios a la hora de llevar a cabo la esterilización o castración de la hembra, siempre ha temprana edad, pero con dos tendencias frecuentes y que varían según el cirujano; uno recomienda que se realice antes del tiempo promedio de aparición del primer celo y a una edad (entre el cuarto y quinto mes de nacidas) en que las estructuras anatómicas a manipular en la cirugía tengan un tamaño adecuado y seguro, o bien, después del primer celo, entre los 6 a 9 meses de edad.
La razón por la cual se recomienda este manejo clínico, es que de esta forma tenemos mayores probabilidades de evitar que la hembra sufra de enfermedades dependientes de hormonas; por ejemplo los tumores mamarios, muy comunes en perras, y tan agresivos como el cáncer de mamas en mujeres. Por otro lado evitamos que nuestra mascota padezca de infecciones uterinas como la famosa piometra, patología de gran importancia, que podría llegar a complicarse a grado tal, de convertirse en una urgencia quirúrgica y costarle la vida a nuestra mascota. También evitamos que se presente la situación de seudopreñez y/o embarazo psicológico, y sufrir predisposición a prolapso de tejidos de los órganos genitales. Todos estos cuadros clínicos son comunes, provocados por cambios hormonales que evitamos al esterilizar.
Existen mitos sobre la preñez en perras y gatas, el más clásico es que deben parir al menos una vez en su vida, por que de lo contrario, pueden enfermarse. Totalmente falso, al contrario, la preñez produce cambios que aunque normales o fisiológicos, predisponen o aumentan el riesgo de aparición de problemas. Al igual que la lactancia, donde ocurren cambios en las mamas que pueden potenciar la aparición de patologías.
Los tratamientos hormonales existen, los cuales producen un efecto anticonceptivo temporal, pero con efectos secundarios igual o peores que el mismo cambio hormonal de la perra durante el celo. Lo mismo sucede con las gatas, aunque con menos frecuencia.
Hablemos de machos
El procedimiento quirúrgico por excelencia es la orquiectomía, donde se extraen los testículos. El macho perderá la capacidad de producir esperma y testosterona. Todas las conductas mediadas por esta hormona (dominancia, territorialidad y libido) se verán disminuidas, razón por la cual, este procedimiento es indicado frente el manejo de algunos problemas de conducta. Debemos saber que tras la castración, el macho presentará efectos de la testosterona residual circundante en su organismo entre 6 a 9 meses posteriores a la cirugía, tiempo en el que la hormona se metaboliza y elimina del cuerpo.
Así como en la hembra, realizar el procedimiento quirúrgico evita enfermedades mediadas o complicadas por influencia hormonal. Los trastornos prostáticos, hernia perianal y tumoraciones testiculares o de glándulas perianales son básicamente las enfermedades más frecuentes en este caso, además de las lesiones que puede sufrir y enfermedades que pueden contraer los animales enteros (no castrados) a causa de peleas o por transmisión sexual.
El procedimiento se puede realizar desde los 5 meses de edad si han descendido correctamente los testículos; el descenso de los testículos de la cavidad abdominal hasta el escroto debe ocurrir dentro de las primeras 16 semanas de vida, de no ser así, se debe esperar a los 9 meses de edad para proceder a una exploración completa, identificar la ubicación de los testículos y entonces, proceder a su extirpación quirúrgica. En estos casos de criptorquidia (descenso incompleto de uno o ambos testículos) siempre está indicada la extirpación de las gónadas sexuales del macho, ya que si estos quedan fuera del escroto, la posibilidad de tumoración de estas estructuras, a mediano y largo plazo, es muy alta. Además esto se trata de una característica genética hereditaria, por lo que machos con este problema no deben ser destinados a la reproducción.
En el caso de los perros existe un implante hormonal de marca comercial, que a sido muy bien diseñado, con resultados muy buenos y leves o nulos efectos secundarios, solo que a pesar de ser más económico y menos invasivo que la cirugía, el protocolo de aplicación para conseguir un efecto permanente de esterilidad no siempre se logra adecuadamente, y que en muchos casos donde se realizó un uso parcial del implante, pasado el tiempo de su efecto, la testosterona puede presentarse en el organismo de nuestra mascota y potenciar los problemas de salud ya mencionados. Por ello la primera opción siempre será la cirugía y el implante podría ser una alternativa en casos donde la anestesia no sea viable.
Debemos recordar que existe un factor genético donde muchas enfermedades, o bien, la sensibilidad a sufrirlas tiende a ser hereditaria y muchas razas al ser históricamente creadas por el hombre, fueron llevadas con la antigua práctica de cruzar familiares para mantener fenotipos mejores, pero con un genotipo sensible a problemas que pueden responder de forma negativa ante el agresivo efecto del cambio hormonal del celo o la constante presencia de la testosterona. Digamos que no esterilizamos animales porque pensemos que la naturaleza se ha equivocado, sino porque es una forma de corregir de manera individual lo que la misma humanidad altero.
La preguntas sobre el peligro y/o dolor de la cirugía, de si existen o no secuelas tras ésta, siempre han sido un claro síntoma de preocupación entre los dueños de mascotas. Debo decir que todo procedimiento quirúrgico lleva un riesgo además de la anestesia, pero con el manejo pre quirúrgico adecuado, que nos permite conocer el estado de salud del animal y con un equipo de profesionales cualificados, estos riesgos se llevan al mínimo. Toda cirugía es dolorosa pero el correcto manejo del dolor antes, durante y después de la cirugía permite que nuestra mascota, una vez recuperada de la anestesia, salga caminando del centro veterinario como si nada hubiese pasado ese mismo día, o por lo menos tras las primeras 24 horas, esto siempre dependerá de cada individuo.
La recuperación de la cirugía es más lenta en hembras que en machos, ya que la cirugía de la OHT es de mayor complejidad. En promedio entre el día 10 y 15 posquirúrgico, se da el alta a estos pacientes, retirando los puntos de sutura si es el caso y ordenando quitar el collar isabelino o campana, que debe llevar la mascota desde el momento que se despierta de la anestesia. Importante seguir el tratamiento recetado y las indicaciones dictadas por el médico tratante o cirujano que opere a tu perro o gato, así conseguiremos un óptima recuperación.
Digamos que lo más común que pueda ocurrir tras la esterilización de machos y hembras es el aumento de peso. Esto ocurre por la ausencia de las hormonas del sistema reproductivo, donde el metabolismo tiende a disminuir y el organismo animal asimila los componentes de la dieta de forma diferente. Por ello se debe mantener un control de peso frecuente, ya que un descuido puede llevar a nuestra mascota a conseguir un peso inadecuado, incluso sufrir de obesidad, pero no es nada que pueda evitarse con el manejo y consejo adecuado.
Desde que existen las excusas muchas cosas dejaron de hacerse, pero la esterilización de tu mascota no debe ser una de ellas, es responsabilidad de cada uno de nosotros cumplir con este paso tan importante en la vida de nuestro animal de compañía en caso de que este indicada, por su propio bien y el de tu familia, puedo asegurarte que tras la cirugía, tendrás una mascota mas sana y longeva.
Referencias
1. COLVEMA. Esterilización. [Internet]. [citado 01 de octubre de 2017].
Disponible en: http://www.colvema.org/pdf/consejos/ESTERILIZACION.pdf
2. Moliner R, Reyes E. Esterilización en aimales de compañía. Dipòsit
Digital de Documents de la UAB [Internet]. [citado 01 de octubre de 2017].
Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/trerecpro/2010/80099/esterilizacion_en_los_animales_de_compania.pdf
3. AVEPA. Informe de AVEPA sobre la estelización de perros, gatos y hurones.
:5. [Internet]. [citado 01 de octubre de 2017]. Disponible en: http://www.avepa.org/pdf/Informe_AVEPA_esterilizacion.pdf
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